Luis Enrique llegará este mediodía a Madrid sin tener aún decidido al cien por cien el equipo con el que piensa asaltar el Santiago Bernabéu. Estará pendiente de una reunión que mantendrá con Leo Messi unas horas antes de que empiece el partido para conocer de primera mano sus sensaciones, teniendo en cuenta también que acaba de salir de una lesión que le ha tenido dos meses fuera de los terrenos de juego y que llega falto de ritmo de competición, como admitió el propio técnico ayer durante la rueda de prensa.
Si la decisión la tuviera que tomar hoy mismo, Messi no estaría en el equipo titular. Sería asumir demasiados riesgos para un jugador muy importante para el equipo y más teniendo en cuenta que solo están en juego tres puntos, aparte de la rivalidad intrínseca que arrastran todos los clásicos.
CITA CLAVE
Sin embargo, todo está pendiente de la reunión que mantendrán Luis Enrique y el crack argentino en el hotel de concentración antes de partir hacia el Santiago Bernabéu. La intención del cuerpo técnico es convencer al jugador para que empiece en el banquillo y que salga en la segunda parte en el caso de ser necesario. Un poco teniendo en mente lo que ocurrió esta misma temporada en el Calderón ante el Atlético de Madrid, donde la aparición de Leo en la segunda parte fue un rayo de luz hacia la victoria. Aunque en todo caso hay que recordar que no venía de una lesión sino de no haber podido entrenarse durante toda la semana con el equipo por los compromisos internacionales con su selección y por su segunda paternidad.
Si finalmente Messi no entra en el once, Luis Enrique tendrá que salir con un equipo de circunstancias ante el Real Madrid, sobre todo porque todos los indicios apuntan que Ivan Rakitic tampoco estaría en el once, ya que también acaba de salir de una lesión en el sóleo, recuperándose en un tiempo récord porque se habló de un mes de baja y en dos semanas ya está de vuelta.
muchos cambios Es evidente que el dibujo que presente el Barcelona en el Bernabéu estará condicionado por las más que posibles bajas en el once de Messi y Rakitic. Si finalmente se confirman, todo apunta que Luis Enrique se vería obligado a modificar y recolocar a sus hombres, sobre todo en el mediocampo. Mascherano adelantaría su posición, Sergio Busquets se recolocaría como interior derecho para frenar las acometidas de Marcelo y Sergi Roberto podría empezar de extremo, pero cayendo hacia el mediocampo. El único que mantendría en teoría su posición natural sería Andrés Iniesta. Sería un 4-3-3 camuflado claramente al 4-4-2, con Neymar y Suárez en el ataque, que ya probó unos minujtos ante el Getafe y el Villarreal. Otra opción para no cambiar tanto el dibujo sería Munir arriba.
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